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Quizá se trató de una coincidencia (o no), pero el vídeo de Bad Bunny que elevó la temperatura durante la estancia en casa tiene al cantante puertorriqueño como protagonista vestido completamente de mujer y perreando, como textualmente indica la canción, sola. El mensaje es claro: todas las mujeres deben tener la posibilidad de ir al antro, beber y bailar cuánto ellas quieran, sin ser juzgadas u obligadas a estar con otra persona. Un mensaje que llegó días previos a la celebración del Día Internacional de la Visibilidad Transgénero.
En un continente donde la población transgénero se ve altamente discriminada, acosada, y asesinada, un género musical tan popular y mundialmente conocido como el reguetón puede visibilizar con más facilidad las precarias condiciones, falta de garantías y desinformación que existe para y en torno a la comunidad transgénero.
Y si bien poco a poco se ganan batallas legales que reconozcan y dejen de invisibilizar las problemáticas de la población transgénero, el camino sigue siendo largo para dejar de contar los casos de víctimas asesinadas por identificarse como mujeres o simplemente llevar una prenda de un color diferente.
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