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Olivier Rousteing crea para la firma francesa figuras tan extravagantes como estimulantes visualmente.
Llevar el realismo de forma constante a un plano hiperreal en la moda puede ser, en ocasiones, tan extenuante que logra incluso desplazar los sueños y fantasías que emocionan usualmente al público. Y aunque algunas tendencias han hecho que veamos la calle como mayor fuente de inspiración para el día a día, la alta costura es aún la encargada de proporcionar esa cuota de fantasía que sola moda puede construir y alimentar.
“En la moda hay una obsesión con lo real, con lo que se ve en las calles. Puedes volverte tan ‘real’ que puedes perder tus sueños.”
Olivier Rousteing para Vogue
“Estamos viviendo en un mundo en el que casi estamos asustados de mirar al pasado porque todo el mundo está muy preocupado por el futuro, por lo que sigue. Estoy mirando al pasado para entender el presente y para, de hecho, soñar con un futuro mejor.”
Olivier Rousteing para Vogue
Hace más de 15 años que Balmain había decidido retirarse de las creaciones de alta costura, para buscar esencialmente la mujer Balmain en RTW sensual y segura que hoy todos conocemos. Una búsqueda que Olivier ha abanderado con gran determinación y que se había centrado (hasta ahora) en la mujer de las semanas de moda. Ahora, la firma apuesta por volver a ese sueño de enfundarse en trajes costosos, de materiales lujosos y sensuales, con acabados particularmente únicos que evocan al pasado para dar una visión más optimista del futuro. “Es una mezcla de tejido, croché y trabajo con plumas, además de perlas y cristales Swarovski para elevar el material a otro nivel”; así se refiere el joven diseñador al tributo que ahora rinde también a través de la colección de alta costura. Un ejercicio que no solo lo ha llevado a explorar sus propias visiones del futuro a través de los legados de Monsieur Pierre Balmain, sino además a llevar su creatividad al punto más alto de su carrera; más allá de cualquier Kardashian.
El resultado reúne piezas con una diversidad tan amplía de materiales que se adaptan de forma surrealista al cuerpo. Una mezcla de tradición y futurismo, con esencias cósmica que evoca a su vez el más interesante cuento de hadas.
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